Tanta gente caminando, cubriéndose de la lluvia, sintiendo, pensando, guardando secretos. Infinitas personas, tantas historias, todas ellas probablemente interesantes. Y yo parada en cámara lenta, como en alguno de esos video clips de gente que no recuerdo, y sigue lloviendo. Me mojo, pero ahora veo, después de un tiempo, que a todos nos llueve un poco, estemos quietos o en movimiento.
En algún punto creo que existe cierto goce en esto de sentirme "sola, maldita y única" como también protagonista de una gran novela. En ese sentido, Karina Zampini es más dramática que yo que todavía no pegué cachetadas, no di portazos, no me arrodillé llorando en una iglesia, ni nada por el estilo. Pero verla...me da letra. Hay algo en todo eso del drama que resuelve un poco las cosas.
Llorar, supurar, putear, etc.
Pero, prefiero la sorpresa. No me gustan los órdenes preestablecidos, los modelos de conductas predeterminados, la gente que espera cosas, etc. No esperen de mí el shock, la negación, la aceptación y después la angustia. Por ahí puedo mezclar todo y vivir con eso toda mi vida, o no.
En principio hago un gran esfuerzo por filtrar a mi psique de su entorno y construirle una realidad en la que pueda sobrevivir, nada nos importe y todo siga igual. Pero no me olvido. Y todavía me da escalofríos. Y eso no me hace "una persona mas copada, con mas mundo" como piensan algunas personas. Esto tal vez me convierte en un ser mas turbio, con un costado oscuro donde conviven la angustia y la bronca, y tal vez, algún conocimiento más de cómo funcionan las personas.